Con la llegada de las nuevas tecnologías se ha transformado toda la sociedad.

Se escuchan todos los días noticias sobre las transformaciones de las actividades económicas gracias a la digitalización, pero este fenómeno también ha llegado fuera del entorno laboral, ha traído lo que se conoce como el ocio digital.

Ocio Digital

Las nuevas oportunidades del ocio digital

Dentro del mundo online del entretenimiento y de las relaciones sociales, las oportunidades que han aparecido son inmensas, así se puede nombrar una pequeña relación de las tendencias que van a ir apareciendo.

Los deportes electrónicos o eSports

La previsión de crecimiento de estos deportes es de un 25 % anual. En la actualidad su volumen de negocio es muy pequeño, pero va a ir aumentando gracias a que se van a potenciar diferentes factores.

– La aparición de nuevos formatos.

– El crecimiento del número de clubes deportivos.

– La expansión de los eSports para móviles.

– El reconocimiento de los deportistas online más conocidos.

– Aumento de los ingresos por publicidad.

– Mejora de los salarios y la aparición de agentes de jugadores.

Vida offline versus realidad

El enfrentamiento entre la vida offline versus realidad se está saldando con una victoria del mundo digital. Las facetas que antes ocurrían tranquilamente en el mundo real, están siendo invadidas por el mundo online y transformándolas.

La televisión convencional va perdiendo terreno rápidamente por las plataformas de Internet, los deportes tradicionales sienten la amenaza de los eSports, las relaciones sociales se han trasladado de los bares o pubs a las redes sociales, todos los actos del mundo real tienen un sustituto en el mundo digital.

Una nueva música

Las plataformas de música necesitan más canciones y más cortas para lograr más ingresos, lo que ha provocado que los artistas generen más temas en cada álbum, pero de menor duración.

Las grandes compañías discográficas encuentran problemas para atender a la demanda de música, por lo que la distribución de los temas está cambiando de formato.

Además, las demandas de tipo de música también varían y las nuevas tecnologías son capaces de hacer el tipo de música que está buscando el público.

Los videojuegos y el mundo online

El sector de los videojuegos está creciendo de manera vertiginosa. Las posibilidades que se ofrecen a los jóvenes de jugar desde su casa con sus amigos o con gente de todo el mundo, han provocado que las horas de ocio empleadas en este tipo de actividad se disparen y con ellas el negocio económico.

La realidad virtual para adultos

Es el gran negocio del futuro, una parte del dinero que se mueve en el porno por Internet, puede encontrar un nuevo destino, el entretenimiento para adultos en realidad virtual.

Parece que la compañía Oculus va a lanzar un dispositivo que puede permitir este mundo para mayores, el dotarle de contenidos será función de los grandes productores de cine para adultos.

El ocio digital va a ir creciendo con las nuevas generaciones, nada va a ser igual en el mundo del entretenimiento y de las relaciones sociales. Ahora planteamos una reflexión: ¿Algún tipo de entretenimiento real puede desaparecer?

Web: https://www.socialfuturo.com/

Hace un año que arrancó el 12 meses, 12 animador@sy hace un par de semanas le ponía fin a esta aventura con la publicación del animador de diciembre.

Para mi la animación sociocultural es algo vivo y cambiante, que bebe de la realidad en la que se encuentra la persona animadora, por eso quería contar con 12 opiniones más a parte de la mía (la cual podéis encontrar impregnando cada trozo de mi blog)

El resultado de esta iniciativa para mi has sido fantástico,

¿las razones? 

  • Todo animador o animadora a quienes les propuse participar han dicho que si.
  • He conseguido esas 12 visiones de la ASC que perseguía.
  • Por las visitas, comentarios, likes, las veces que se ha compartido y las reacciones en redes sociales; la animación sociocultural ha sido un poco más visible este 2016 (¡objetivo cumplido, yeah!)
  • Me llevo un montón de conocimiento.

Como no quiero que “todo esto” caiga en saco roto y que cualquiera que busque sobre Animación Sociocultural pueda encontrar varias visiones, les he encargado a La Lonja Estudio, que hicieran un libro (bonito ¿eh?) y poder  aglutinar todo este conocimiento en un único documento.

Como profesionales de la creatividad que son, y me fío de su criterio, han maquetado todas las entrevistas, ilustrado y diseñado este libro tan chulo.

Os invito a LEER, DESCARGAR, COMPARTIR, UTILIZAR. Para eso es y está ;O)

Descárgalo directamente aquí.

Yo por mi parte, y tratando de que la ASC sea más visible todavía, pretendo enviar el documento a todo aquella entidad relacionada con la misma (asociaciones, fundaciones, institutos donde se curse el ciclo formativo…)

Ya me contaréis qué os parece.

Y dejando lo importante para el final, mención especial para las 12 personas sin las que esto no habría sido posible:

¡GRACIAS! Cris, Jota, Leta, Christian, Pau, Jese, Naza, Juan, Davinia, Galle, Félix y Monchu

Ya sabemos que la educación en el tiempo libre es fundamental en el desarrollo evolutivo de la persona. Son muchas las teorías que avalan esta afirmación. Pero… ¿nos hemos preguntado alguna vez si tantos valores, experiencias y propuestas “calan” en ellos?

La persona que dedica esfuerzo, tiempo y energía a la educación en el tiempo libre sabe bien que a veces se logran los objetivos y otras no, a veces hay alegrías y otras decepciones. Sabe bien de la vida, porque en el tiempo libre se conoce a la persona en otra faceta, en otra realidad más personal, más crítica. Con “crítica” me refiero a que es posible que no aprendan contenidos curriculares, pero se juegan el sentido y las referencias vitales.

Por todo ello, me gusta llamar al monitor de tiempo libre como “animador”. Animador hace referencia a alma, en latín “anima”. Y es que, el animador está llamado a ser transformador y acompañante de almas.

Programas, proyectos, actividades, objetivos, líneas de acción, recursos son productos derivados de la intuición de la persona que se sabe educadora de almas. Todo adquiere sentido en el animador que quiere mejorar la sociedad, que tiene una voz que decir y un sentido vital que proponer. El animador, a mi entender, parte de su realidad y experiencia de vida. Y en el fondo, se pregunta: ¿por qué no proponer a otros lo que a mí me hace feliz?

Detrás de tantas actividades y “haceres” se esconde una preocupación y un interés por la persona que va más allá de la diversión mediante juegos. No hace falta justificar por qué es necesario apostar por educar en el tiempo libre. Ahora bien, ¿quién puede educar? Fácil y sencillo. Educa quien se deja educar primero. Quien cuida su alma, puede cuidar otras almas. Este es el animador, quien trabaja con personas desde las personas. Porque, como si fuera de una lluvia fina, “cala” todo aquello que proponemos desde el alma.

Luis Álvarez Rodríguez

 

Primero, hay que tener en cuenta que el ocio y el tiempo libre, por su propia naturaleza, posee tal relevancia individual y social, que, en muchas ocasiones, no se reconoce debido, principalmente, a la velocidad vertiginosa con la que transcurren nuestros días. De esta manera, la mayor parte del tiempo, no somos conscientes de la gran importancia que deberíamos otorgar al ocio, un elemento que está incorporado en nuestras vidas desde que nacemos, es más, desde el principio de la historia, de hecho, ¿existiría el conocimiento científico si no hubiésemos tenido curiosidad y tiempo libre para desarrollarlo? Humildemente, creo que no.

El ocio puede entenderse desde una perspectiva económica y capitalista que, al fin y al cabo, solo pretende generar necesidades y, a través de bienes y servicios de consumo, un beneficio económico para el empresario de turno, entonces, estaríamos “desaprovechando” nuestro tiempo libre y, en algún sentido, trabajando de manera gratuita. Es más, aunque en muchas ocasiones denominamos a la sociedad de hoy en día como “sociedad de consumo” o “sociedad de ocio”, ¿es este ocio completamente libre? O, por el contrario, ¿la forma de usar nuestro tiempo libre y convertirlo en ocio está determinada absolutamente por la oferta económica?

Personalmente, entiendo que el tiempo libre es relevante debido a que, cada individuo, tiene la opción de ocuparlo en las actividades que a cada uno le ayuden a formarse como persona y que, en el ámbito de la educación informal, el ocio puede llegar a actuar como un freno preventivo de algunas de las conductas desviadas de nuestra sociedad, por ejemplo, la drogodependencia, el excesivo sedentarismo e incluso la exclusión social o los problemas psicológicos. Por lo tanto, podríamos entender que el reclamo del tiempo libre y de la utilización del ocio es una reivindicación más, pero en este caso, protagonista en todas las clases sociales, para todos los géneros y todas las edades.

Además, creo que no es difícil establecer la relación entre la utilización del ocio y del tiempo libre con el estilo de vida y, por lo tanto, con la calidad de vida de cada uno, por ello, qué mejor propuesta que apostar por una mejora, tanto cualitativa como cuantitativa, de lo que se nos ofrece diariamente como ocio, que, como he comentado antes, la mayor parte del tiempo no es más que una oferta capitalista, es decir, sesgada en aquellos ámbitos que, inequívocamente, producen beneficio económico. Ahora bien, en mi opinión, deberíamos exigir un ocio que nos proporcionase las experiencias que verdaderamente buscamos y no aquellas que nos quieren imponer.

Por una parte, estamos entendiendo el ocio como un gusto determinado por nuestras actitudes o nuestras conductas, pero, por otra parte, el ocio también es un fenómeno social. De esta manera, tiene importancia el qué, es decir, las actividades concretas que se realizan en el tiempo libre, pero, además, también es relevante el cómo, o sea, la forma en la que cada uno utiliza su tiempo libre y el por qué, cumplir una función fisiológica, psicológica, social, etc. Entonces, si fuésemos capaces de entender el ocio de esta manera, probablemente, este dejaría de funcionar únicamente a través del valor del mercado.

Por ello, creo que el ocio y el tiempo libre tienen una dimensión histórica clara, es decir, que dependen en buena parte del contexto histórico que incluye el momento y el lugar (social, económico, político, cultural y también individual o familiar). Además, este fenómeno se puede definir tanto objetiva como subjetivamente y, con ello, se puede entender que el tiempo libre puede ser funcional, es decir, usado como una herramienta a través de la cual se pueden modificar las situaciones de base si es que estas son perjudiciales, pero también puede entenderse como anti utilitario, o sea, como un fin en sí mismo que no necesita cumplir ninguna función para justificarse ni para legitimarse.

En conclusión, creo que las instituciones y/o asociaciones sin ánimo de lucro deben tener presente la anterior distinción y no descartar ninguna de las dos en la programación de sus actividades. Primero, la utilización del tiempo libre como un elemento que ya posee por sí mismo un fin es relevante porque puede traducirse en que cada uno de nosotros somos importantes simplemente por el hecho de ser. Asimismo, teniendo en cuenta que muchas veces nos dedicamos a contextos con determinadas peculiaridades, deberíamos ser capaces de promover un ocio que medie contra las adversidades de su propio contexto, al fin, ¿no es verdad que poseemos las técnicas adecuadas para fomentar una imaginación creativa y una conciencia crítica?

 

Andrea Gómez Pedraza

«En la periferia hay esperanza para el ocio» con centros culturales de referencia o proyectos de cogestión con la ciudadanía

MADRID, 14 Mar. (EUROPA PRESS) –

El ocio, con su poder de transformación social, puede ser el antídoto para «muchas de las enfermedades de los espacios públicos, como la gentrificación o la turistificación, enfermedades que pueden ser repensadas desde las políticas del ocio e incluso subsanadas desde experiencias de este tipo», frente a la tendencia a la «festivilización de los centros urbanos».

Es la postura del director del Instituto de Estudios de Ocio de la Universidad de Deusto, Fernando Bayón, que ha impartido, por videoconferencia, la ponencia ‘El ocio como dimensión social urbana’ dentro del primer encuentro sobre las perspectivas y retos del ocio en Madrid, organizado por la Noche en Vivo, Noche Madrid, Plataforma del Ocio, la Federación Regional de Vecinos de Madrid (FRAVM) y el área de Coordinación Territorial y Cooperación Público-Social del Ayuntamiento.

Bayón ha comenzado la ponencia con la relación ocio-negocio, conceptos que en este momento «se confuden y parecen formar parte de la misma realidad». Tras defender la necesidad de formarse en este ámbito porque «para el ocio también se educa», el experto ha puesto encima de la mesa los desequilibrios territoriales que se producen aquí. «Dime tu código postal y te diré qué tipo de ocio tienes», ha lanzado en relación a la realidad social, comunitaria y política que tiene dado que el ocio rebasa la esfera de lo individual.

NO TRATAR A LOS RESIDENTES COMO «TURISTAS DOMÉSTICOS»

Fernando Bayón ha puesto el acento sobre las formas más «banales y consumistas» del ocio, que llevan a la «festivalización y mallización del centro» urbano convirtiéndolo en un gran centro comercial. Aboga por un tipo de ocio «valioso y públicamente responsable», que no trate a los residentes de las ciudades como «turistas domésticos».

Bayón ha cargado contra la «musealización y festivilización» de los centros urbanos, tendencias a las que se les puede dar respuesta desde la periferia. «En la periferia hay esperanza para el ocio», ha argumentado. Y la hay porque en los barrios se teje «sensación de comunidad», vía centros culturales de referencia o proyectos de cogestión.

COGESTIÓN CIUDADANA DE ESPACIOS

Precisamente el área de Coordinación Territorial y Cooperación Público-Social, con Nacho Murgui al frente, ha apostado en esta legislatura por dar vida a espacios vacíos, que son cedidos a la autogestión ciudadana. En enero se habían cedido 16 espacios en once distritos gestionados por 90 entidades.

Durante estos tres últimos años de mandato, el área de Coordinación ha encontrado el cauce para llevar esos espacios a la autogestión ciudadana, primero con las directrices y después con la ordenanza de Cooperación Público-Social.

«Hay una cultura de barrio que puede ser esperanzadora» y que pasa por dirigirse a la población joven con este tipo de centros siempre de manera propositiva, no directiva, con experiencias de cogestión en el diseño de la oferta de la que luego se corresponsabilizan, ha indicado Bayona. «Veo más esperanza y oportunidad ahí que en muchos centros que son maravillosos centros, pero comerciales», ha terminado.

OCIO DISTRIBUIDO POR LA CIUDAD

El encuentro ha sido inaugurado por el delegado Nacho Murgui, que ha abogado por un ocio sostenible, integrador y distribuido en el conjunto de la ciudad conciliando los derechos de todos los sectores sociales. Desde el centro cultural Galileo, el concejal ha descrito a Madrid como «una de esas ciudades de las que se dice que no duerme porque tiene una oferta de ocio y cultural que se prolonga las 24 horas del día».

Que sea una ciudad viva es un atractivo, también desde el punto de vista económico, algo que debe armonizarse con los distintos usos y actividades y, por supuesto, con los derechos de la ciudadanía, como el derecho al descanso, al trabajo, a las reuniones culturales, etc, ha expuesto.

El encuentro es uno de los frutos de la Mesa del Ocio de Madrid, recuperada en este mandato, un espacio donde están presentes todos los agentes, desde las administraciones hasta los agentes sociales, las empresas, los vecinos y el tejido asociativo, y donde «cada uno tiene que aportar, según sus capacidades, a la solución del problema».

En la Mesa del Ocio no sólo se aborda el ocio nocturno, ha destacado Murgui, que ha defendido un ocio «medioambiental y económicamente sostenible, respetuoso y ordenado para la convivencia, que contribuya a la seguridad, que pone en valor su componente cultural, diverso y para la diversidad, integrador y asequible para todos los bolsillos, para turistas y para los que viven en la ciudad, que genera actividad económica y empleo de calidad».

Se trata de reflexionar sobre «una concepción compleja del ocio, que va más allá de la caricatura que se hace del nocturno como fuente de ruido y de molestia».

‘Perspectivas y retos del ocio en la ciudad de Madrid’ aborda el trabajo desarrollado por la Mesa del Ocio y la comisionada del Ayuntamiento, Concha García Herrera, para impulsar y coordinar las políticas municipales relacionadas con el ocio nocturno con el fin de que se desarrollen en un marco de convivencia, compatibilidad y sostenibilidad, sin olvidar la seguridad, el respeto y la puesta en valor del entorno urbano.

La primera mesa redonda se ha centrado en los retos espaciales y ambientales del ocio, con el concejal de Movilidad Sostenible de A Coruña, Daniel Díaz Grandío; el presidente de la asociación de vecinos de Las Cavas, Saturnino Vera; el coordinador de la Plataforma por el Ocio, Vicente Pizcueta, y el representante de Mimos contra el Ruido Javier Troca.

‘El ocio y sus configuraciones sobre el territorio y los barrios. Centro y periferia del ocio’ es el título del primer panel, en el que se han dado a conocer experiencias como Las Noches de Valdebernardo, una iniciativa del Foro Local de Vicálvaro con la que todas las mañanas de los domingos el Parque se transforma en el escenario de todo tipo de actividades culturales al aire libre.

La segunda mesa redonda se dedica al valor sociocultural del ocio, con la participación de INJUCAM, Plena Inclusión y La Noche en Vivo. El segundo panel se centra en el ocio juvenil y adolescente y el tercero en el ocio a favor de la igualdad y la diversidad.

Ya por la tarde la jornada se cerrará con el presidente de la Plataforma por el Ocio, Javier Olmedo; el presidente de la FRAVM, Enrique Villalobos; el coordinador de la Plataforma por el Ocio, Enrique Pizcueta, y por la comisionada para el Ocio de Madrid, Concepción García Herrera.

  • Colectivos vecinales se implican para redefinir la jornada fuera del trabajo y que no la acapare el negocio
  • Agentes sociales y tejido asociativo analizan los desafíos a los que se enfrenta el ocio frente a amenazas como la zonificación, el ruido o las violencias machistas
  • «El neg-ocio niega el ocio, es el ánimo de lucro frente a actividades basadas en la contemplación y la creación», indica Fernando Bayón,  director del Instituto del Ocio,

Madrid quiere repensar su ocio. Hacerlo más igualitario, accesible e inclusivo fuera de su dimensión de consumo y más allá del enquistado conflicto entre el ruido nocturno y el derecho al descanso de los vecinos. Con la jornada Perspectivas y Retos del Ocio en Madrid, celebrada el pasado jueves, la ciudad ha iniciado una revisión profunda sobre ese tiempo liberado de obligaciones y su potencial de transformación social, latente pero poco explotado, a partir de las experiencias de empresarios del ocio, asociaciones vecinales, agentes sociales, el tejido asociativo de la ciudad y el área de Coordinación Territorial y Cooperación Público-Social del Ayuntamiento de la capital.

El concepto de ocio está hoy desprovisto de gran parte de su complejidad, arrinconado por los hábitos de consumo. «Visitamos un museo, lo contamos a nuestros seguidores en redes sociales, añadimos una muesca a nuestra colección de experiencias y pasamos inmediatamente a la siguiente, banalizándola, sin tiempo para que nada cale en el individuo», señala por vídeo conferencia el primer ponente, Fernando Bayón, doctor en Filosofía de la Universidad de Deusto y director del Instituto de Estudios de Ocio. Esta urgencia con que se vive el ocio favorece, según Bayón, esa tendencia a equiparar ocio con consumo, cuando en realidad son conceptos diametralmente opuestos. «El neg-ocio es precisamente aquello que niega el ocio, es una actividad que se hace con ánimo de lucro frente a un ocio basado en la contemplación y la creación, y sin embargo ambos se confunden hasta parecer ser parte de la misma realidad», explica Bayón.

Este valor del ocio para conformar la personalidad de los individuos tiene particular importancia entre colectivos minoritarios o desfavorecidos, tal y como demostraron experiencias como la de INJUCAM, una plataforma que reúne a 15 entidades sin ánimo de lucro y que trabaja en los barrios con mayores dificultades por el desarrollo de la juventud y la infancia. «Participar en el ocio a través de las asociaciones ayuda a los jóvenes a conectar con el barrio, aumenta su autoestima y ayuda a que se mantengan dentro del sistema educativo. Los chavales se organizan en asambleas y aprenden a respetar, a saber lo que es el turno de palabra, a argumentar… Sientes que cuentas y que formas parte de la construcción de tu propio espacio», explica Alexis Ávila, responsable del proyecto Enredaderas, una red de locales municipales que se han convertido en escenario de su desarrollo personal.

En esos locales son los propios jóvenes los responsables de decidir cómo quieren aprovechar su tiempo libre, tomando como punto de partida sus propios intereses, en lugar de empotrarse en un programa ya preestablecido desde una esfera adulta. «Les puedes dar a elegir entre fútbol y baloncesto, pero ellos quieren hacer BMX, parkour o breakdance. Dejemos que sean ellos quienes se organicen», señala Ávila.

En esa capacidad de gestión y decisión reside el éxito de Enredaderas: más de 5.000 participantes en 2018 en los distritos donde tienen presencia (Retiro, Centro, Moratalaz, Villaverde y Fuencarral) que asistieron en más de 30.000 ocasiones a participar en las actividades propuestas por los jóvenes, de las que se ejecutaron más de un 65% con un presupuesto de 561.000 euros. Con esta cifras como aval, la iniciativa sigue extendiéndose por la ciudad y el próximo mes empezará a funcionar una en Vallecas y otra en Chamartín en septiembre.

La amenaza de las casas de apuestas

Contar con este tipo de alternativas resulta crucial en entornos donde amenazas como el juego y las casas de apuestas se infiltran también a través del ocio. Silvia González, de la asociación de vecinos Villaverde Este, alerta sobre el crecimiento de estos locales precisamente en los distritos con menor renta por ciudadano: Latina, Vallecas, Usera, Villaverde, Tetuán… La acumulación de estos establecimientos es tal que en ocasiones se encuentran pared con pared, monopolizando así el espacio y las opciones de tiempo libre.

«Esta explosión de las casas de apuestas afecta a la población más vulnerable, con perfiles muy jóvenes y masculinizados de nuevos ludópatas. Según datos del Observatorio Estatal del Juego, el 85% de sus usuarios son hombres, y el 81,6% de estos tienen de 18 a 45 años», analiza González, que denuncia la resistencia de la Comunidad de Madrid para su ordenación. «Tenemos una Ley del Juego que fue aprobada en 2001, que no contempla el riesgo de salud pública que supone el juego online». Para la portavoz vecinal «no hay existe una alternativa si no se brindan espacios públicos y financiación».

Precisamente, en esa manera de gestionar los espacios públicos se encuentra una de las claves para conseguir un ocio de calidad y superar, no sólo los desequilibrios territoriales, sino también los desafíos que ponen en entredicho la identidad de las grandes ciudades, como la gentrificación y la turistificación del centro urbano. «Los centros de las ciudades son grandes teatros donde se nos olvida el autobús que nos ha llevado allí. Hay que conseguir que el centro de las ciudades sea más que un centro comercial», opina Bayón. «Hay dos tendencias: la zonificación, con áreas dedicadas ex profeso a una actividad recreativa y que crea guetos difíciles de gestionar y gobernar, y la creación de espacios versátiles, pero con una finalidad única, que condicionan el tipo de actividades que se practican en ellos». «Hay una creciente e intolerable privatización del espacio público donde se desarrolla el ocio. Las ciudades han sido ganadas por espacios de consumo y hay que recuperar esos espacios para la ciudadanía», añade.

Los vecinos que diseñan su ocio

Un ejemplo expuesto en la jornada de la recuperación de espacios por la sociedad civil para superar desequilibrios territoriales se desarrolla en el parque de Valdebernardo, donde los vecinos diseñan desde hace dos años un programa cultural de acceso libre que incluye sesiones de cine, conciertos o espectáculos de magia que congregan a miles de personas durante la primavera. «No había ofertas culturales en la periferia, pero cuando a la gente le ofreces una programación de calidad, responde y participa», apunta José María García, del foro local de Vicálvaro.

En 2017 una decena de vecinos logró la aprobación en la Junta de Distrito que el parque se transformara en un espacio de encuentro cultural para la ciudadanía. En su experiencia queda patente la importancia de la implicación y guía de la política, sin la que la propuesta ciudadana no habría prosperado. «Teníamos la idea, pero no sabíamos llevarla a cabo.Prosperó gracias a la implicación del personal de la Junta de Distrito, que se ocupó de asesorarnos y dirigirnos en toda la burocracia de pliegos y permisos», relata García, demostrando que la participación ciudadana sirve para sortear la limitación del ocio cuando éste queda únicamente a merced de la iniciativa privada. «La sociedad entiende que ser un buen ciudadano es ser un buen consumidor, y esto se refleja intensamente en el ocio, que es distinto en función de la ciudad e incluso en cada barrio. Dime tu código postal y te diré qué ocio tienes», reflexiona Bayón.

En el afán por superar este determinismo territorial que compromete el tiempo libre se enmarca también el programa CiudadDistrito, de la agencia municipal Madrid Destino y que tiene como objetivo aproximar la cultura a los barrios a través de los 94 centros culturales con los que cuenta la ciudad. Son responsables de acciones como la aparición de un cachalote varado en Madrid Río en septiembre de 2018, un episodio viral con el que se pretendía motivar una reflexión sobre la deriva climática. «Se trata de dar a la ciudadanía espacios de referencia fuera del consumo y que tengan que ver más con la construcción del yo», señala Susana

Zaragoza, coordinadora del programa. «Se fomenta la autoconstrucción y la autodeterminación de la persona que queremos ser, pero que cuenta con la orientación administrativa del poder político», explica mientras muestra la imagen de un centro cultural abarrotados de jóvenes durante un concierto de trap.nocturno para generar una red de protección que comienza con el propio personal de los locales.

«El entorno festivo implica muchas micro violencias aceptadas, con unos umbrales de acoso muy normalizados, no sólo por los hombres, también por las mujeres», comenta la Directora General de Prevención y Atención a la violencia de Género, María Naredo. «El fenómeno al que queremos responder está ampliamente extendido», señala.

Como cómplices para erradicar este tipo de comportamientos cuentan con la asociación de empresarios de locales de ocio nocturno Noche Madrid. Su vicepresidente, Alejandro Zamarro, destaca «la importancia de crear un marco y unos protocolos de actuación comunes por parte del personal de los locales ante situaciones de violencia machista, en las que hay que formar al personal de la misma manera que se le forma para actuar ante una situación de emergencia, como un incendio».

El consistorio trabaja ahora en lo que ocurre al final de la noche, la situación que está detrás de la reivindicación feminista «Sola, borracha, quiero llegar a casa», cuando los locales cierran y las calles se convierten en un espacio hostil para la mujer. «Existe una percepción de inseguridad en la que estamos trabajando desde el urbanismo para que las mujeres practiquen su propio empoderamiento, con espacios más amables e

El ocio durante la noche: inseguridad y ruido

Precisamente, uno de los últimos retos que ha afrontado Madrid con respecto a su ocio ha sido el de la lucha contra las violencias machistas y sexuales en la noche. A la batalla que comenzó con la campaña de «puntos morados» en las fiestas de los barrios y en los festivales de música como el Mad Cool y el DCODE, lugares donde las mujeres pueden encontrar apoyo y atención ante una situación de acoso machista en el entorno de ocio, se suma ahora el reciente acuerdo con los locales de ocio iluminados, la posibilidad de que los autobuses nocturnos paren en los lugares del recorrido que mejor convengan a las mujeres y las apps de vuelta segura, que no descartamos en Madrid», comenta Naredo a preguntas de eldiario.es.

En la ecuación que forman el ocio y la noche, el problema del ruido sigue siendo el gran desafío a superar. «La concentración de locales que se impone en algunas zonas de la ciudad hace que el ocio sea molesto», señala Saturnino Vera, presidente de la asociación vecinal Las Cavas en el distrito Centro, en un diálogo con el presidente de la Asociación de Empresarios del Ocio Nocturno, Vicente Pizcueta. «En cualquier negociación para la regulación del ocio, los vecinos tenemos que ser los primeros en ser escuchados, porque somos víctimas y es nuestra salud lo que está en juego. Ese es un derecho fundamental, y luego hay otros secundarios, como el derecho a divertirse», reclama Vera, que insta a una mayor implicación municipal para paliar el problema desde el urbanismo, evitando la proliferación de nuevos locales en zonas ya saturadas.

Pizcueta también reclama la intervención de los poderes públicos a través de la inversión: «Es necesario un mayor control de las actividades ilegales, como los lateros o los after hours, al igual que hay que poner freno al fenómeno de las viviendas turísticas, que suponen el primer problema en la convivencia. Son necesarios más agentes de policía que atiendan las denuncias contra los locales que no cumplen la legalidad», demanda, presentando al empresariado también como víctima de estos fenómenos.

«Identidad, derecho, oportunidad, potencial educativo… el ocio tiene muchos apellidos para superar la visión conflictiva en la que parece inmerso», concluye Concepción García Herrera, Comisionada para el Ocio de Madrid, atenta durante toda la jornada a las reivindicaciones planteadas por los distintos colectivos. El presidente de la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos, Enrique Villalobos, destaca también el potencial integrador del ocio. «Hay mucho que complementa al ocio, pero el ruido no puede salir de la agenda», recordó a modo de cierre. García Herrera valora lo expuesto durante la jornada a preguntas de este digital: «la clave está en la manera en que se organiza la ciudad. Hay que equilibrar trabajando más desde las Juntas de Distrito, frente a la concepción centralizada de la administración municipal».